MOUAT, FRANCISCO
A lo largo de cuatro años, entre 2017 y 2021, Francisco Mouat se sentó a conversar con el fotógrafo Luis Poirot. No había una pauta determinada; nada parecido a un temario. Lo motivaba la curiosidad de conocer al hombre que había tomado retratos excepcionales de Pablo Neruda, Raúl Ruiz, Ana González, Víctor Jara, Nicanor Parra, Sergio Larraín, José Donoso, Enrique Lihn... tantos y tantos nombres del teatro, el cine, la fotografía y la literatura. También, desde luego, saber más del responsable de aquella conmovedora imagen de La Moneda bombardeada después del golpe de Estado, de las casas a punto de caerse tras el terremoto de 1985 o de la inmensidad sobrecogedora del paisaje de Isla de Pascua. Todas, imágenes en blanco y negro. Todas, vibrando como solo lo hace la memoria en la medida en que se resiste al olvido. Intentando fijar ciertos recuerdos de la misma manera en que el líquido del revelado fija la imagen capturada por la cámara, Mouat gran cronista contra el olvido también comenzó a desenredar la madeja de recuerdos de Poirot, de tal modo que el lector de estas páginas es testigo de una vida, una vocación, un arte. Así nos enteramos que de niño Poirot tenía que ser encerrado en una pieza oscura, debido a una alergia que le impedía soportar la luz. O que su padre abandonó a la familia, ante lo que Luis fue, en más de un sentido, adoptado por Isidora Aguirre y Eugenio Guzmán. O su paso por la Escuela Militar y la Facultad de Leyes, antes de entrar a estudiar teatro y descubrir la fotografía; mucho antes, claro, de sufrir el exilio y un cáncer en el ojo izquierdo. A mitad de camino entre las memorias y la reflexión sobre el oficio, entre la pintura de época y el tributo a grandes fotógrafos, este libro de conversaciones con Luis Poirot que incluye una muestra de sus fotos más queridas sorprende por la forma en que se anudan la memoria, la fotografía y el misterio.