WINTER, ENRIQUE
Esta inquietante novela surge de unos versos ajenos: Las bolsas de basura es el libro mencionado en un poema al que Winter le pone carne, huesos, piel: una rara existencia. Surge entonces una escritura que sin ser poética usa los modos constructivos de la poesía. Pasajes sin salida. Explicaciones denegadas. Saltos temporales y tiempos invertidos. Historias deshilachadas, costuras atmosféricas y una mirada que insiste en los desechos. Esta novela inventa así su propio modo de contar unas vidas accidentadas, arbitrarias, abiertas. El ojo que pide este relato es por eso un ojo taxidérmico, un ojo que pueda cernirse en los inexplicables recorridos de unos y en los recovecos amorosos y siniestros de otros: cuatro o tal vez cinco personajes marginales, acaso una veintena de quiltros muertos en las esquinas, acarreados en bolsas (de basura), embalsamados después y devueltos a la escena, a la calle: al alucinante lugar de los hechos.