ANDRADE, MAXIMILIANO
Bonzo es un libro arriesgado. Y lo es porque no se propone encontrar respuestas a sus propias preguntas, a su propia búsqueda. Ese riesgo, sobre todo en estos tiempos donde la figura del lector se confunde rápidamente con la de consumidor, constituye en sí mismo un acto de resistencia, un gesto político que toma prestado la radicalidad del bonzo para traspasarla al campo de batalla simbólico que es también la literatura.