STEINER, RUDOLF
El auto-conocimiento es conocimiento del mundo, y el conocimiento del mundo es auto-conocimiento. En la vida entre el nacimiento y la muerte, de hecho, las estrellas, el sol, la luna, los montes, los valles, los ríos las plantas, los animales y los minerales son nuestro mundo y nosotros vivimos en el interior de nuestros confines humanos. En la vida entre la muerte y un nuevo nacimiento, somos la esfera espiritual que se oculta detrás del Sol, de la Luna, detrás de las plantas y de los animales y nuestro mundo es entonces la interioridad humana. Hombre y mundo se intercambian rítmicamente en el curso de la vida humana física y espiritual. Para los que están sobre la Tierra, el mundo es lo exterior. Para el hombre entre la muerte y un nuevo nacimiento, el mundo es lo interior. Por lo tanto, solamente por la alternancia de los tiempos podemos decir: el conocimiento del hombre es el conocimiento del mundo y el conocimiento del mundo es el conocimiento del ser humano en el sentido más real.