DOSTOYEVSKI, FIÓDOR
La profundidad psicológica con la que Dostoievski
revestía a sus personajes lo convierte, a ojos de
algunos, en un escritor existencialista y un precursor
de Nitzsche. Escrita en 1866, Crimen y castigo se
convierte en un testigo de excepción de las contradicciones
que alberga el alma humana, especialmente
en los conceptos de «falta» y «expiación».
Esta indagación en el plano de la ética es uno de
los aspectos que más han contribuido a la pervivencia
de la obra y su contemporaneidad.