DE SOUSA SANTOS, BOAVENTURA
Sostengo que en el siglo XXI la universidad pública será menos hegemónica en el campo de la producción de conocimiento avanzado, pero no menos necesaria. Su especificidad como bien público es la de ser la institución que une el presente y el pasado, con el futuro a mediano y largo plazos a través del conocimiento y de la educación que genera; sin embargo, en los últimos años ha aumentado la presión para transformarla en una empresa capitalista como cualquier otra. Si la universidad pública y sus aliados no se resisten a esta presión tan fuerte, dentro de pocos decenios habrá desaparecido, sus profesores se habrán proletarizado y los estudiantes serán consumidores de un servicio más. Trato de sugerir algunas líneas de resistencia e innovación para que esto no suceda.