ESQUILO
Orestes se ha refugiado de las Furias en el santuario de Apolo en Delfos; el dios ordena
que sea llevado a Atenas para ser juzgado por sus crímenes. Las Furias lo acusan. Apolo
asume su defensa. Atenea es quien emite el voto que absolverá a Orestes. Las Furias no
aceptan esto y amenazan con descargar su venganza contra la ciudad. Atenea intercede y
las convence de que desistan; les promete que Atenas será el hogar donde se les rendirá
culto. De este modo ellas serán las «diosas amables» de la ciudad, esto es, las Euménides.
Así acaba el derramamiento de sangre retributivo de la trilogía. Desde ahora en adelante
imperarán la ley y la justicia del Estado.
Las Euménides, obra que cierra la trilogía trágica Orestíada, fue representada el año
458 a. C. Esta obra fundamental de la literatura griega se ofrece aquí traducida en verso
por el eminente humanista chileno Juan Rafael Salas Errázuriz. Publicada originalmente en
1904, fue celebrada tanto por Marcelino Menéndez Pelayo como por Miguel de Unamuno,
quien en sus clases usaba precisamente esta traducción por considerarla «insuperable».
El autor:
El poeta griego Esquilo (Eleusis, 525-Gela, 456 a. C.) es considerado el primero de los
grandes dramaturgos de la Atenas clásica. Escribió aproximadamente noventa obras, entre
tragedias y dramas satíricos, de las cuales se conocen ochenta títulos.
Solo siete de sus tragedias se conservan completas, todas ellas obras maestras de
un género al que contribuyó a elevar decisivamente. Se estima que la mitad de sus piezas
fueron galardonadas en los certámenes teatrales. Después de su muerte estas siguieron
siendo representadas, un honor que solo a su poesía se concedió.
El traductor:
El presbítero Juan Rafael Salas Errázuriz (Santiago, 1855-1921) tradujo al castellano desde
sus lenguas originales a Lamartine, Isaías, Heinrich Heine, Thomas Moore, Victor Hugo,
Horacio, Virgilio, Hans Christian Andersen, Ossian y Dante.