SERGE, VÍCTOR
Testigo y protagonista, nos deja incomparables retratos de algunas de las más hondas personalidades de su tiempo. Del anarquismo al bolchevismo, Serge será sin embargo rápidamente consciente de la degeneración del estado soviético. Su crítica a los atropellos, la represión y los crímenes le deparó el acoso y el gulag. Sufrió así el periplo de la disidencia rusa: difamación, censura, prisión y, finalmente, deportación y expulsión de la URSS. Pero Serge jamás claudicó: para el revolucionario que siempre fue, cada hombre es responsable de sí mismo y del prójimo. Estas memorias son, por tanto, no solo un acto político, sino además un monumento literario.