OPAZO HERNANDEZ, JONNATHAN
«No quedará sino esta vulgar barbarie americana», escribe Luis Oyarzún. Evitando profundizar demasiado en ciertos lugares inevitables en el estudio de las ruinas Roma, Grecia este ensayo intenta acceder o al menos describir, más con voluntad de archivista que otra cosa, ciertas ruinas cuya presencia fugaz, prescindible, termina por ser reemplazada rápidamente, sea con fines comerciales los malls, religiosos las iglesias o de sobrevivencia el terremoto y la guerra.
Porque muchas veces las ruinas de nuestra época son así: estorbos, eriazos en la continuidad del paisaje, escenas de un futuro cuya lenta catástrofe no termina nunca de consumarse.