DI CESARE, DONATELLA
El terror hizo su aparición en las Ramblas de Barcelona. Repentino y devastador, segó para siempre la vida de personas indefensas. Jóvenes y niños entre las víctimas; jovencísimos, casi adolescentes, los terroristas. Precisamente porque el terror sume en el desconcierto y parece sustraerse a toda explicación inmediata, resulta indispensable profundizar en la reflexión evitando el reduccionismo de la «locura» o el «fanatismo», que liquidan el asunto de forma expeditiva. El terrorismo actual forma parte de esa guerra civil global, no declarada pero extendida e intermitente, que jalona el tercer milenio. El terror es el rostro oscuro y enigmático de la globalización en guerra. Ninguno de los esquemas a los que suele recurrirse, desde el choque de civilizaciones a la lucha de clases o las guerras de religión, consigue por sí solo esclarecerlo. Pero no ver en el terror un fenómeno político sería una grave equivocación: los terroristas no son nihilistas sin más, pues persiguen un proyecto definido, el del neocalifato global. El pasaje iniciático de la radicalización es un hiato generacional, una ruptura definitiva con los padres, percibidos como traidores. Los hermanos consagrados al terror son huérfanos de raíces, su identidad está rota. Este libro también se pregunta por el fracaso de los proyectos de emancipación que no consiguen calar en esta época desencantada de la modernidad. Di Cesare desentraña magistralmente en esta obra las raíces del terrorismo, las consecuencias del Estado del miedo y el sentido del arma de la propia muerte sin precedentes en la historia y característico del yihadismo, no para proporcionar soluciones, sino para tratar de encuadrar el terror planetario, uno de los mayores peligros que a día de hoy enfrenta nuestra sociedad.