DEL RIO, ALEJANDRA
El amor y los poemas que aquí lo conjuran, invocan espacios que nos sacan de la violencia
cotidiana, de sus fracturas y roturas. No como un escape, pero sí como un espacio de
liberación y de encuentro: Yo que te habría propuesto / empezar tartamudas / una historia
de tropiezos (Una mujer pesa sobre mi lengua). Natalia Figueroa