ALTAMIRANO, CARLOS
Las fotografías que originaron los textos de este singular libro permanecieron largo tiempo guardadas en una caja de cartón, acumuladas intuitivamente, sin orden alguno, por Carlos Altamirano, a la espera de que encontraran afinidades y sentidos cuando confluyeran con otros materiales conservados por él también durante años, en este caso provenientes de brumosos intersticios de su memoria. Ese ha sido, por lo demás, el particular modo como el autor ha articulado la totalidad de su admirable obra visual, que lo ha convertido en uno de los más relevantes artistas chilenos de las últimas décadas. El tiempo recordado es elástico: se comprime y se estira sin el impulso de la voluntad, apunta Altamirano, y acto seguido nos conduce por inesperados recodos de su biografía a través de la concurrencia de unas imágenes desprovistas de cualquier aspaviento y de unos textos titulados de manera tan escueta y sugerente como evocadora: Pena, Pintura, Colegio, Fiesta, Error o Casas.
¿Por qué guardaste tantos años estas fotos? La respuesta natural sería un celoso porque sí o un razonable no lo sé, pero en estas páginas Carlos Altamirano ensaya unas respuestas pacientes y precisas, a veces necesariamente elípticas, otras veces desoladoras y rotundas, nunca mezquinas, nunca evasivas, casi siempre cruzadas por un humor tentativo y elegíaco que se afirma en complicidades, sobrentendidos y vacilaciones. Al intentar definir el tono de este libro, pienso que tal vez sea posible hablar de un laconismo de largo aliento o de algo así como una timidez suspendida. Es como si Altamirano pasara por alto el silencio. Pero por supuesto que no es necesario definir el tono de este libro raro que no sabíamos que esperábamos y que ahora no podemos dejar de leer.
ALEJANDRO ZAMBRA